Es
difícil entender que alguien desee matar a un animal tras mirarle a los
ojos. Este pobre bicho, "Elegido", había salido a correr a cambio abierto
cuando se encontró con una banda de salvajes que
le rodearon con lanzas. Acabó malherido en múltiples puntos de su
cuerpo, sangrando y, agotado, se sentó en la hierba a esperar la muerte.
Esta es su última mirada antes de que un hierro le rompiese el cuello y
dejase de sufrir.
Y que luego me digan que esto es una fiesta...
Foto: Anima animalis
No hay comentarios:
Publicar un comentario