Tiempo hace que con esto de Internet utilizar la memoria es algo casi hasta desfasado. Pasado de moda. Innecesario. Y hasta de "tontos". Antes, si pretendía hacer cualquier tipo de trabajo para el instituto o la universidad no me quedaba otra que hincar los codos, buscar toda la informacion posible de aquí y allá, y ponerme a transcribir después, lógicamente, de meditarme bien qué escribía. Hoy en día, eso no lo hace nadie. Y un trabajo para la universidad se arregla y se apaña mediante "san Google" y un uso efectista, pero poco efectivo, del "cut & paste". Como si yo fuese tonto y no supiese desentrañar el pastiche que me pretenden vender como trabajo. Ilusos... Valoro más el esfuerzo aunque resulte casi estéril, que el pegote que pretende la brillantez.
Y me da la sensación de que quien es el uténtico sabio hoy día no es el que sabe más, sino e que sabe cómo localizar esa información en la red. Por mucho que no sea hacer la "o" con un canuto. Pero es el rey. Llegando el momento en que como a Tántalo, la cantidad de sabiduría a nuestro alcance es tan enome que resulta imposible separar el grano de la paja, lo que es correcto y sensato de lo que es puro marketing y apariencia pero de huero conenido.
Ah, pero es lo que hay. Una sociedad tantalizada en la que el anacronimo es el que lee y quiere aprender. ¿Para qué aprender latín?, me dicen. Pon el google translator. Así se ensalza a quien realiza aunténticas chapuzas intelectuales y se penaliza al que busca aprender por el mero placer de aprender. Lo que nadie sabe es lo que disfruto al leer un escrito medieval sin necesitar de ningún intermediario (y lo penosa que resulta la traducción informática). Ya el Maestro lo comentó en una entrevista que le hicieron cuando aún no existía una red tan poderosa, aunque él pensaba más en peces amnésicos que en Tántalo buscando información, pero el símil me parece esencialmente el mismo:
Umberto Eco: "Internet no selecciona la información. Hay de todo por ahí. La
Wikipedia presta un antiservicio al internauta. El otro día publicaron
algunos chismes sobre mí y no me quedó más remedio que intervenir y
corregir varios errores y absurdos. Internet todavía es un mundo salvaje
y peligroso. Todo surge ahí sin jerarquía. La inmensa cantidad de cosas
que circulan por la Red es mucho peor que la falta de información. El exceso de información provoca la amnesia. Demasiada información hace mal.
Cuando no recordamos lo que aprendemos, acabamos pareciéndonos a los
animales. Conocer es cortar y seleccionar (….) Internet es un peligro
para el ignorante porque no filtra nada. Solo es buena para quien ya
conoce y sabe dónde está el conocimiento. A largo plazo, el resultado
pedagógico será dramático. Veremos multitudes de ignorantes usando
Internet para las estupideces más diversas: juegos, conversaciones
banales y búsqueda de noticias irrelevantes.(…) Sería necesario crear
una teoría sobre el filtraje de la información. Una disciplina que fuera
práctica, basada en la experimentación cotidiana con Internet. Ahí
queda una sugerencia para las universidades: elaborar una teoría y una
herramienta del filtro que funcione por el bien del conocimiento.
Conocer es filtrar".
(PD: Esta es la pose que adopto cuando alguien me suelta por enésima vez que el latín no sirve para nada, pero la gente no se da por aludida... tendré que probar como me queda la jeta de Chuck Norris antes de reventarle la crisma a alguien de una patada, a ver si así lo pillan).
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