Tomo prestadas unas palabras de Magris acerca de la pertenencia o no a fenómenos sociales. Con lo que cuesta mantener una independencia de criterio, la presión para diluirse en la masa comienza ya a ser excesiva para este pobre mortal. Por fortuna algunas voces aún me ayudan a soportarlo:
Magris ha hablado de un tema peculiar, en torno a un debate que ha
tenido lugar recientemente acerca de su inclusión, no solicitada, sin él
saberlo, en la red social Facebook:
“Reclamo mi derecho, defendido por
la Constitución, de no formar parte de ninguna asociación; al mismo
tiempo reivindico mi absoluto derecho a la incapacidad digital”.
Magris recordaría que a todos, hoy, se les exige leer los mismos
libros, discutir acerca de los mismos problemas, participar en los
mismos eventos:
“El que no lo hace es clasificado inmediatamente de
asocial y se le reconduce a la norma, aunque sea en contra de su
voluntad, como un clochard al que se le obliga a ponerse un smoking”.
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