Una noticia que recuerda a tiempos pretéritos pero que ha pasado completamente desapercibida. Logran la traducción, aunque sea parcial, de un idioma antiguo que lleva sin poder ser traducido ya ca. 100 años y apenas algunas reseñas dispersas en periódicos, y ni hablar ya de TV. En fin, es lo que hay. Me guardo la noticia y la publico por si a alguien más le pueda interesar
El descubrimiento
soñado por cualquier experto en cultura minoica cuyo significado sigue
siendo eso: un sueño que no acaba de hacerse realidad, un enigma
complejo que se resiste a desvelar sus códigos.
Louis Godart, haciendo referencia al halo de misterio e incertidumbre
que rodea al disco de Festos, escribió: "Nadie puede descifrar un texto
de tan sólo 242 signos si no posee ninguna base firme a propósito del
mismo texto y del mensaje que contiene. Junto a la fascinación que
ejerce, el disco, por ahora, está condenado a guardar celosamente su
misterio".
Sin embargo, Gareth Owens afirma haber resuelto parcialmente enorme
enigma arqueológico. Las claves para conocer su significado habrían sido
descubiertas por él (experto en lenguaje minoico) y por John Coleman
(profesor de Fonética en la Universidad de Oxford). También han contado
con la ayuda de Christophoros Charalambakis, (profesor de Lingüística en
la Universidad de Atenas y maestro del propio Gareth Owens).
Owens y Coleman creen en torno al 80% del disco de Festos puede ser
leído usando valores de sonido de la Micénica Lineal B -descubierto por
Ventris en 1952-. Owens ha llegado a afirmar que"es lo más parecido a
una Piedra de Rosetta minoica.
El siguiente paso, y el más difícil es comprender qué expresan
exactamente sus símbolos, aspecto en el que continúan trabajando. Por el
momento, la idea que consideran más factible es que se trate de una
escritura sagrada de los minoicos,"algo así como una biblia minoica", ya
que en el disco se hace referencia en varias ocasiones a una diosa
minoica, muy ligada a la figura de la maternidad.
¿Qué es el disco de Festos?
Este impresionante objeto fue hallado en 1908 en el Palacio de Festos,
Creta, en un pequeño vano rectangular entre montones de cerámica. Su
descubridor fue el arqueólogo italiano Luigi Pernier. Se trata de un
disco plano de arcilla cocida. Un texto en espiral, visible en ambas
caras, recorre su superficie desde el borde exterior hacia el centro.
Doscientos cuarenta y dos signos impresos mediante cuarenta y cinco
punzones diversos, que hasta el momento no habían podido ser
descifrados.
Lo característico es que cada signo se inscribía por separado en la
arcilla blanda mediante la utilización de tipos. Se trata del único que
se conserva con estas características en todo el mundo antiguo, un hecho
tan sorprendente que parte de la comunidad científica mantiene reservas
sobre su autenticidad.
Después de su descubrimiento, más de un centenar de posibles
traducciones del disco de Festos se han publicado, pero ninguna de ellas
ha sido admitida totalmente por los expertos.
Aunque la mayor parte no duda del descubrimiento de Pernier, algunos
investigadores consideran que este descubrimiento se trató de un
absoluto fraude. La oposición más firme es la de Jerome M. Eisenberg,
quien escribió en 2006 un tajante y minucioso artículo para la revista
Minerva titulado "El disco de Festos: ¿cien años de fraude?", en el que
defendía que el disco había sido creado en el siglo XX únicamente para
gloria de unos investigadores que no deberían hacerse llamar como tal.