De "El País". Lo lamento profundamente, pues este hombre es uno de los que logró que me aficionase al Jazz ya hace años. Imagino que allá donde vaya se ha de tomar unas cervezas y seguir hablando de esta música. Descansa en paz, amigo:
Lo que siempre nos pareció inconcebible ha sucedido: Cifu
nos ha dejado. El pasado lunes 9 de marzo, fue ingresado en el hospital
Nuestra Señora del Rosario, de Madrid, a consecuencia de un ictus. Su
fallecimiento ha sucedido esta mañana (17/03/2015).
Cifu forma parte de la vida de muchos en este país, de
cuando aquí no llegaban los discos de jazz, o de casi nada. Uno tenía
que escucharle para saber cómo sonaban Coltrane, o Lee Morgan, o Art
Blakey. Luego estaba que Cifu era como era, y uno no sólo
terminaba sabiendo cómo sonaba Coltrane sino cual era el color de los
calcetines que usó en la sesión del 7 de marzo del 53, y si había
desayunado café con leche y cereales y de qué marca los últimos. Pero él
era así, y así le queríamos.
Parisino, cosecha de 1941, llegó a
Madrid después de que su padre, don Francisco Cifuentes Sáenz, profesor
eximio de Derecho Mercantil en la antigua Facultad de Derecho de la
calle San Bernardo, decidiera poner fin a su exilio tras la victoria de
las tropas franquistas. En París había conocido el jazz, a Sidney Bechet
y a Don Byas. “París era entonces el centro del mundo”, recordaba, “y
Madrid, una sucursal del Tercer Mundo”.
Empezó escribiendo para Aria Jazz, fanzine con ínfulas de
revista de jazz que editaban los mismos que acudían noche tras noche al
Whisky & Jazz de Marqués de Villamagna: “Eramos cuatro aficionados
al jazz y los que iban a ligar y se juntaban con los militares de
incógnito de la OAS (la Organisation de l'armée secrète contraria a la
independencia de Argelia), que tenían el Whisky como lugar de reunión”.
Diez años más tarde arrancó su Jazz Porque Sí en la poco menos que legendaria “efe eme” de Radio Popular, de donde pasaría sucesivamente a Radio España, Antena 3, Cadena 100 y, desde 1998, Radio Clásica de RNE. Meticuloso hasta la obsesión, Cifu
hablaba de jazz “desde dentro”. "Antes que nada soy un hombre de
radio”, reconocía. Su actividad, empero, abarcaba la traducción de
textos (de jazz, naturalmente) y su labor de conferenciante contumaz
(sobre jazz, claro está). Sin embargo, hay algo que no hizo: escribir un
libro. Decía que escribir no era lo suyo. Por más que se le intentó
convencer de lo contrario, no hubo manera.
Recuerdo a Cifu en algunas situaciones pintorescas no
necesariamente relacionadas con el jazz, como acompañante de estrellas
del sello Movieplay (lo que incluía ejercer de cicerone del guitarrista y
cantante Alvin Lee, líder de Ten Years After, durante su visita a
Madrid) y en su etapa televisiva de “maduro interesante” -¡esos jerséis
negros de cuello alto!- de cuando Jazz Entre Amigos. Cifu estaba en la cumbre de su popularidad: “Me paraba por la calle gente que no había escuchado una nota de jazz en su vida”.
Fueron siete años, entre 1984 y 1991, asomándose a la pequeña ventana cada siete días sin excepción. Con Cifu por bandera, Jazz Entre Amigos
puso cara al Gran Jazz: el de Coltrane y Ellington, Dizzy Gillespie y
Tete Montoliu. Que la emisión durara lo que duró, constituye un misterio
sólo comparable a su desaparición fulminante, materia sobre la que
todavía se discute acaloradamente. "Lo cierto es que lo han quitado
porque les ha dado la gana”, sentenció por entonces Antonio Gamero,
actor y notable aficionado al jazz desde los tiempos del Whisky.
Se ha mantenido a pie de micrófono hasta el último aliento desafiando
vientos y enfermedades varias. Tenía el proyecto, quien sabe si en
broma, de montar un restaurante con la jubilación: “Arriba el comedor,
abajo el club con música en directo”. También quiso ser batería de jazz.
Y psicoanalista, lo que, de ser cierto, resulta un tanto
desconcertante. A diferencia de otros –los casos sangrantes de Ebbe
Traberg, Raúl Mao o Julio Coll- a Cifu, el reconocimiento le
vino cuando aún estaba en condiciones de disfrutarlo. Así, a los
homenajes tributados por, entre otros, el Club de Música y Jazz San Juan
Evangelista y la sala Bogui Jazz, de Madrid; el Festival de Jazz de San
Sebastián y la Associació de Músics de Jazz i Música Moderna, de
Cataluña, se unen un premio Ondas por su "labor de difusión y
divulgación del jazz" en 2014, y este mismo año, la Medalla de Oro en
las Bellas Artes. Cifu tenía previsto no acudir a recogerlo,
por disconformidad con la política del Ministro de Educación, José
Ignacio Wert. Lo que se dice, genio y figura.
Para quien le quiera seguir escuchando:
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