Continúo con mi sublimación de escritores que merezcan la pena, y ahora he conseguido gracias a la inestimable colaboración de Paco Camarasa, el librero de Negra y Criminal (la mejor librería de género negro del mundo y de parte del extranjero...) el último libro de este insigne griego. Y dedicado, en griego, por supuesto. Es su libro más barcelonés en el sentido de que adopta un estilo de Montalbán para dar más presencia de los problemas políticos de su país dentro del entramado de la novela. Un argumento basado en la desesperación de la gente de este pobre país ahogada por años de políticas basadas en la mentira y la inagotable codicia de los bancos.
Así, Jaritos se enfrenta a un caso muy de estos días que corren. Primero decapitan con una espada a un banquero jubilado; luego a otro aún en activo y que es especialista en hedge funds; después, a un alto cargo de una agencia internacional de calificación, y por último a un empresario que persigue y acosa a morosos. Algo que sin dida el griego común estaría encantado de emular.
Además resulta muy reconfortante leer en una entrevista que Jaritos y su familia siguen la final del Mundial de fútbol y están apasionadamente a favor de España. "Ha nacido una especie de solidaridad entre los países del sur de Europa, entre los que más problemas tenemos. Turistas españoles viajan a Grecia y la gente les para en la calle para hablar de lo que está pasando. Por eso mi comisario compra un coche español. Los sufridores del sur deben unirse frente a los malvados centroeuropeos".
Petros Márkaris recibirá el VII Premio Pepe Carvalho, durante la semana BCNegra, en Barcelona. "Estoy orgulloso y muy emocionado. No conocí a Manuel Vázquez Montalbán, pero he aprendido mucho de sus novelas. He aprendido, por ejemplo, a introducir la política en una novela negra".
1 comentario:
si los pueblos, no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada-
hombre o mujer, no sabe, lo que vale,
lo que puede, lo que se le debe, nuevas ilusiones, forjaran, a las, antiguas y después de vacilar algún
tiempo entre mil incertidumbres, sera
tal vez , nuestra suerte, mudar de
tiranos, sin destruir la tirania
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