Hay una curiosa frase que me ha quedado desde hace años enquistada en la mente, ya que no supe nunca a qué se refería, ni cuál era el guiño intelectual que hacía Eco al hablar, casi al final de la novela, de un "místico
alemán" al que cita. La fase traducida de forma burda venía a decir algo tal que así:
"Hay que arrojar la escalera por la cual se ha
subido".
El nombre del "místico alemán" al que se le
atribuye esa sentencia no sale nunca. Como tras muchas lecturas voy conociendo un poco al maestro, no deja de serme claro que está haciendo una broma, pero mi nivel no alcanza y hace años que le doy vueltas sobre a quién se refería. Hace nada que he leído que se hizo traducir (o tradujo) una frase de Ludwig Wittgenstein (1889-1951) a alemán medio-alto y la coló como si se tratase de un hombre de la época, en uno de sus mil juegos de palabras y de conceptos. Y, en efecto, se puede encontrar la frase, más o menos, en el "Tractatus
logico-philosophicus" 6.54:
“Mis proposiciones
esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como absurdas, cuando
a través de ellas –sobre ellas– ha salido fuera de ellas. (Tiene, por así
decirlo, que arrojar la escalera después de haber subido por ella.) Tiene que
superar estas proposiciones; entonces ve correctamente el mundo”.
Sé que es una pequeña tontería, pero por si a alguien le resulta de provecho se la dejo transcrita.
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