Conferencia audiovisual de
Pedro Olalla sobre la importancia del elemento griego en la conformación de la
cultura. Pronunciada en la "X Jornada Clásica de Sagunto" (Sagunto,
España, 17/11/2012). Tiene momentos sublimes. Muy recomendable su visionado, con unos 41 minutos en total.
Aquest bloc preten ser un petit recull d'allò que ens agrada de la vida, els petits plaers, les coses que anem aprenent...
lunes, 10 de diciembre de 2012
Cincinato
Cuando la gente piensa en Roma, rápidamente le asaltan imágenes de decadencia, orgías y demás escenas de vicio y desmesura. Esta falta de hybris reconozco que en momentos de la historia de la Roma imperial puede muy bien ser cierta, pero hay más historias de mesura y contención que no de desenfreno, y para ejemplo, la historia de Cincinato.
Una vez ocurrió que Roma estaba en guerra con un pueblo vecino, los ecuos. El ejército romano fue derrotado y quedó en una situación muy mala, rodeado por enemigos y en un mal trance, realmente apurado. En momentos como ese, la legislación romana permitía nombrar un dictador, cargo que daba poderes ilimitados durante un tiempo no mayor de 6 meses. Todo el estado debía someterse a la voluntad del dictador. Y el pueblo nombró dictador a Cincinato, un hombre sencillo que se encontraba en ese momento labrando el campo con su yunta de bueyes. Su vestimenta, nos dicen, era una simple piel de oveja y un sombrero de paja. Cuando los emisarios del Senado le encontraron, su esposa, con cieto apuro, le llevó a escondidas una toga para poder mostrarse con mayor dignidad.
Al día siguiente Cincinato fue al Foro, mandó cerrar los comercios y reunió a todos los hombres capaces de manejar armas. Mandó que se presentaran con provisiones para 5 días y con 12 estacas para cada soldado. Salió de noche, para tener el factor sorpresa, y llegó al campamento enemigo en noche cerrada. Lograron así rodear al ejército enemigo y levantar una valla de tierra ayudados por las estacas que llevaban. Al terminar estos preparativos, dio señal de batalla, con el grito de guerra romano rompiendo el silencio de la noche. Los que estaban cercados, entendiendo lo que estaba pasando, comenzaron a cargar contra los ecuos, que se vieron así rodeados entre dos equipos de locos furiosos bramando en plena noche, circunstancia que provoca así en general un caos monumental y una batalla en condiciones nada favorables para ninguno de los 2 bandos, salvo para el que sí conoce qué está pasando. En este caso, Cincinato y el ejército de rescate. Al amanecer, todos fueron lo suficientemente sensatos para firmar la paz.
Cincinato había cumplido con su misión de forma fulminante. Y según la ley podía ejercer su dictadura durante varios meses más, pero al llegar al Foro renunció a su cargo, y como nadie tenía nada que reprocharle, volvió a sus campos, su arado y sus bueyes. Estas sencillas costumbres y elevadas virtudes eran las que caracterizaban a los romanos. Años más tarde, Pompeyo hizo lo mismo. Pero en esta ocasión nadie consideró esto como un gesto de grandeza sino que Pompeyo fue considerado un tonto que no sabía aprovecharse de la situación, el Senado se negó a confirmar sus ordenes y no se repartieron tierras entre sus veteranos, como era la costumbre. Pompeyo sufrió el menosprecio de una gente que había perdido las virtudes de sus antepasados.
Nabonid
Un personaje curioso en la historia de Oriente Medio es este rey de Babilonia. Nabonid. Era una persona piadosa y bonachona que tenía en una especie de arqueología primitiva su afición principal. Iba de una ciudad a otra de su reino reconstruyendo templos, y se rodeaba siempre de escritores y sabios. Era my amante de la historia y viajaba siemrpe que era posible para conocer los lugares que salían en sus libros. Al llegar a un templo, lo reconstruía y lo primero que hacía era buscar la piedra sillar (donde había una narración breve de la fundación del templo. Podía estar así meses enteros, pero nos cuentan que él era feliz así. Claro que esto iba en perjuicio del gobierno de su reino, próspero pero débil y rodeado de poderosos ejércitos como el de Ciro (Persia). Cuando se dio cuenta, su reino estaba en serio peligro. Piadoso como era, mandó trasladar a Babilonia las estatuas de los dioses de todos los templos de su reino. Tras las poderosas murallas de su ciudad pensaba estar protegido y proteger a las estatuas a la vez. Su ejército fue derrotado y la ciudad se rindió casi sin lucha. Es posible que los sacerdotes, curiosa e irónicamente molestos con un rey tan piadoso, abrieran las puertas al enemigo. El pobre rey trató de huir, pero fue hecho prisionero.
Le guardo buen recuerdo a este personaje, ejemplo fiel de sabio despistado y con su tiempo empleado en tareas muy agradables pero que descuida las importantes. De haber sido griego, sería hoy más famoso que Einstein, pero poca gente conoce el mundo de Mesopotamia, sus pueblos y guerras, y así este personaje ha pasado muy desapercibido. De todas formas he de decir que en su desgracia encontró su fortuna, pues Ciro era un rey generoso y consideró tan inofensivo a Nabonid que no sólo le trató con benevolencia, sino que le dio recursos para continuar con sus piadosas obras.
Creso y Solón
Creso, según los textos antiguos, era el rey de Lidia (en Asia Menor). Su reino era rico y él se consideraba el más afortunado de los hombres, y ha pasado a la leyenda como ejemplo de cómo la desgracia puede acercarse a cualquier hombre por grande que sea.
La historia comienza cuando Solón, uno de los 7 sabios de Grecia y Legislador de Atenas, tuvo a bién dejarse caer por allí, y Creso le atendió como merecía. Ya puestos, le enseñó todo su poder, sus tesoros y objetos de plata y oro, símbolo de riqueza extrema en la antigüedad. Una vez se lo hubo enseñado todo, le preguntó:
- Huesped de Atenas, tú has viajado mucho y has conocido a mucha gente. Dime, ¿quién crees tú que es el más feliz de los mortales?
Solón se tomó su tiempo para contestar:
- El hombre más feliz que he conocido es Tellus de Atenas. Vivió en un tiempo en que su ciudad natal dominaba el mundo, tenía hijos hermosos y buenos y alcanzó una edad respetable. Finalmente salió victorioso en una batalla por su patria y los atenienses honran su memoria.
Algo mosca (pues esperaba otra respuesta en la que evidentemente apareciera él), Creso preguntó entonces quién era el más feliz después de Tellus. Y Solón respondió:
- Los hermanos Cleobis y Biton. Su madre, que era sacerdotisa, debía ir al templo por cierta fiesta, pero no fue posible traer a tiempo los bueyes del campo. Entonces se uncieron sus hijos al carro y la llevaron al templo, que estaba a una milla de distancia. Los hombres elogiaron a los muchachos por su enorme fuerza y tamaña hazaña, y a la madre por tener tan buenos hijos. En su felicidad, que también era su locura, la sacerdotisa entró en el templo y rezó para que los dioses dieran a sus hijos lo mejor que se pueda dar a un hombre. Así las cosas, los hijos se adormecieron en el santuario y murieron. Su madre conoció entonces que lo mejor que le puede pasar a un hombre es morir en su juventud, cuando no conoce aún la amargura de la vejez.
Ya francamente irritado, Creso se quejó, o bramó más bien, que era un desprecio terrible comparar su felicidad con la de unos vulgares ciudadanos de Atenas. Solón se mostró tranquilo:
- Actualmente eres muy rico y dueño de muchos pueblos, pero antes de su muerte nadie debe considerarse feliz. Muchos a quienes los dioses colman de felicidad han caído más tarde en la más amarga miseria.
Creso oyó la respuesta, pero su soberbia era más grande que la sabiduría de Solón, así que lo echó de su reino. Algún tiempo después iba a comprobar de forma dolorosa cuánto debía haber escuchado, al decidirse a intervenir en los asuntos de de Persia. POr aquel entonces, Ciro estaba logrando elevar un potente imperio justo en la frontera de Lidia. Antes de hacer nada, por prudencia, envió mensajeros a Delfos y esta fue la respuesta del Dios:
"Si Creso traspasa el río Halis se derrumbará un gran imperio".
Dando Creso por seguro que podría destruir el imperio persa, reunió a su ejército y se lanzó contra Ciro. Pero en la batalla entre ambos reyes, Creso fue el perdedor, Sardes fue tomada al asalto, el tesoro fue saqueado y el propio Creso fue hecho prisionero. Llevado encadenado a presencia de Ciro, escuchó su sentencia de muerte: Ser quemado vivo en la plaza de Sardes. Hasta entonces el infeliz rey había permanecido en silencio, pero cuando las llamas comenzaron a prender la pira se acordó de Solón y comenzó a sollozar su nombre: ¡Solón, Solón, Solón!....
Ciro escuchó su quejido y envió a sus intérpretes para tratar de averiguar qué significaban esos gritos. Al escuchar el gran rey la historia de Creso y Solón, se conmovió, y pensando en las mudanzas de la fortuna mandó sacar a Creso de la pira y desde entonces le mantuvo en su corte.
Esta es la narración que nos da Herodoto sobre la caída de Creso.
El código de Hammurabi
Aunque no es propiamente hablando la primera compilación de leyes, sí es la más conocida y hasta popularmente sonada, y tal vez merezca una entrada propia. Está escrito en idioma acadio, y se pretendía recopilar una serie de leyes que ni el mismo rey podía cambiar. Era un notable avance para la época... Se ordenó que se pusieran copias de este Código en las plazas de
cada ciudad para que todo el pueblo conociera la ley y sus castigos. Si alguien lo quiere ver, es una estela de unos 2,5 metros de altura perfectamente visitable en el museo del Louvre. Hammurabi ha pasado a la historia por esto, y cabe decir que fue un militar muy capaz que conquistó en su época el mundo entonces conocido, además de un buen gobernante que supo conservar la paz. En la estela está representado en la parte superior el dios Sol sentado en un trono, y enfrente de él, Hammurabi, con ropas talares, gran barba, las manos plegadas, recibiendo el poder de manos del dios. Bajo la imagen comienza la escritura en cuneiforme e idioma acadio:
Anu, Bel y Marduk me han llamado a mí, Hammurabi, rey de Babilonia, rey de los cuatro ámbitos del mundo, para que dé al pueblo leyes y consejos; Para que el fuerte no pueda oprimir al débil, para que las viudas y huérfanos hallen protección, para que los criminales entren por el camino recto; Por eso he escrito en mi tabla de piedra preciosas sentencias.
Las leyes trataban sobre ganadería, comercio o navegación, de artesanos, esclavos, compras, ventas, matrimonio y herencias. Sobre todo lo posible se establecían leyes y disposiciones, y al final de la estela se especificaban terribles maldiciones para los que osasen variar o destruir la tabla de piedra.
Hammurabi reinó 55 años, en los que mandó construir diques y canales (el mayor de los canales se llamaba: Hammurabi es la bendición del pueblo), promovió el uso de los almacenes para guardar trigo en años de bonanza, y se le conoce como un rey justo.
domingo, 2 de diciembre de 2012
La universidad española apuesta por la formación académica de los futuros arqueólogos. Tres universidades públicas ya imparten el grado universitario.
España es el segundo país europeo, detrás de Italia, con mayor
patrimonio arqueológico. Aunque contamos con 38 ciudades con restos que
narran nuestra historia y una larga tradición académica y de
investigación en este ámbito, hasta ahora no se contaba con un título
oficial específico en Arqueología.
Desde hace tres años, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Barcelona imparten un grado universitario para los jóvenes que quieran afrontar los nuevos retos que plantea el oficio.
" La Universidad ha llegado en un buen momento. Puede sacarnos de esta pésima situación. Tiene el papel de que la sociedad valore de nuevo a los arqueólogos. Los grados deben cumplir con esta función social y hay muchos profesores que están en ello", explica Jaime Almansa que, con 29 años, dirige JAS Arqueología, empresa especializada en servicios públicos aunque también imparte formación y facilita la publicación de libros de este ámbito.
"En Europa del norte –Reino Unido, Escandinavia...– tienen una formación específica desde hace tiempo. En cambio, en los países del sur como España e Italia no hemos tenido un título de arqueología hasta ahora . Gracias a la aprobación como grado, la arqueología ha pasado de ser una técnica a una ciencia", explica Mª Ángeles Querol, coordinadora del Grado en la UCM y profesora de la asignatura de Gestión de Patrimonio Arqueológico.
"Desde siempre las universidades han formado a los arqueólogos pero desde la licenciatura de Historia. Ahora tenemos un título universitario, másteres y posgrados. Antes, la formación no era nada profesionalizante", puntualiza Almansa.
Aunque en los últimos años, la demanda de estos titulados ha ido aumentando, como nos confía la profesora Querol "las universidades privadas no van a apostar por grados de bajo impacto como es este" y tampoco espera que más centros públicos lo implanten aunque estos últimos sí que ofrezcan en la actualidad másteres y posgrados.
"Nuestro objetivo es elevar el nivel cultural de la gente. Una carrera de humanidades es algo que merece la pena y que al final reclama todo el mundo, también la gente de Ciencias", aclara esta Catedrática de Prehistoria.
De aventura a un oficio rutinario
Desde hace tres años, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Barcelona imparten un grado universitario para los jóvenes que quieran afrontar los nuevos retos que plantea el oficio.
" La Universidad ha llegado en un buen momento. Puede sacarnos de esta pésima situación. Tiene el papel de que la sociedad valore de nuevo a los arqueólogos. Los grados deben cumplir con esta función social y hay muchos profesores que están en ello", explica Jaime Almansa que, con 29 años, dirige JAS Arqueología, empresa especializada en servicios públicos aunque también imparte formación y facilita la publicación de libros de este ámbito.
"En Europa del norte –Reino Unido, Escandinavia...– tienen una formación específica desde hace tiempo. En cambio, en los países del sur como España e Italia no hemos tenido un título de arqueología hasta ahora . Gracias a la aprobación como grado, la arqueología ha pasado de ser una técnica a una ciencia", explica Mª Ángeles Querol, coordinadora del Grado en la UCM y profesora de la asignatura de Gestión de Patrimonio Arqueológico.
"Desde siempre las universidades han formado a los arqueólogos pero desde la licenciatura de Historia. Ahora tenemos un título universitario, másteres y posgrados. Antes, la formación no era nada profesionalizante", puntualiza Almansa.
Aunque en los últimos años, la demanda de estos titulados ha ido aumentando, como nos confía la profesora Querol "las universidades privadas no van a apostar por grados de bajo impacto como es este" y tampoco espera que más centros públicos lo implanten aunque estos últimos sí que ofrezcan en la actualidad másteres y posgrados.
"Nuestro objetivo es elevar el nivel cultural de la gente. Una carrera de humanidades es algo que merece la pena y que al final reclama todo el mundo, también la gente de Ciencias", aclara esta Catedrática de Prehistoria.
De aventura a un oficio rutinario
Siempre hemos tenido una imagen aventurera y mágica de los arqueólogos –algo que podemos ver en la saga de Indiana Jones y en la película española más taquillera de este año Tadeo Jones. "El tema del romanticismo, la aventura y el descubrimiento siguen teniendo peso a la hora de estudiar este grado pero los jóvenes que vienen se acaban dando cuenta de que no siempre es necesario ir al campo", explica Querol mientras nos confiesa que ella también decidió ser arqueóloga por puro romanticismo.
A pesar del atractivo de esta carrera, no es tan divertida como parece. "La gente ve películas de Indiana Jones y piensa qué divertido debe ser esto. Y ahora no es así, es difícil y aburrido y hay que estudiar mucho. Hay gente que decide matricularse y no espera que sea tan complejo. Muchos lo acaban dejando el segundo año".
La nota de corte de este grado en la UCM es bastante alta –este año se pedía un 7,68– y las plazas muy limitadas –solo hay 60 ò 70 por curso–. Si te interesa la historia, puede ser tu grado. "Te tienes que preguntar qué te gusta más, la historia de los textos o historia de los restos", y entonces decidir qué hacer.
¿La crisis es positiva?
A pesar de que Almansa y Querol denuncian la mala gestión de la arqueología que han realizado las comunidades autónomas estos últimos tiempos, ambos tienen una mirada esperanzadora de la profesión. "Es un momento fantástico para detenerse a pensar e impulsar a que se hagan las cosas mejor".
En este sentido, la arqueología preventiva –antes de que se apruebe una obra hay que proteger esa zona o lo que se destruye– es la pionera. En la actualidad, las excavaciones vinculadas a la investigación como son las de Numancia y Atapuerca son pocas y muy caras. En cambio, el 98% de las intervenciones están ligadas al desarrollo urbanístico. La legislación obliga a las empresas constructoras y de impacto medioambiental a disponer de informes de impacto arqueológico y, en caso necesario, llevar a término excavaciones de los terrenos.
Para ello, el arqueólogo es imprescindible. "Se tiene que saber qué hay para salvaguardarlo, detenerse para desarrollar un modelo de arqueología moderna preventiva, tomar decisiones para ver qué se va a hacer con los yacimientos en un futuro", explica Querol. Hay otras opciones profesionales interesantes como la enseñanza e investigación, la tutela y gestión del patrimonio arqueológico desde los ayuntamientos.
Pero la crisis también ha perjudicado a los arqueólogos. "En España ahora mismo hay poquísimo trabajo", aclara Almansa mientras continúa "la gente tiene que estar dispuesta a irse a Escandinavia, Inglaterra, Brasil –la media del sueldo supera a la de Estados Unidos–, o África. Mis propios compañeros se han marchado. Tengo amigos en Brasil, EEUU, Inglaterra, Alemania y los que estaban en Madrid ahora trabajan en otras ciudades de España".
Las ventajas del pasado
"Solo hay que ir a Egipto, Grecia, Italia y Perú para darse cuenta de que el patrimonio es una negocio sostenible", comenta el joven empresario. Por esta razón, en España se ha retomado la idea de fomentar el turismo arqueológico en las zonas de sol y playa.
"Hay mucha gente de fuera de nuestro país que está dispuesta a pagar por esto. Está de moda y en temporada baja en zonas como el Levante sería una opción interesante", concluye Almansa.
Uno de los leit motivs de esta profesión es que cuando los pueblos se conocen a sí mismos son capaces de vivir mejor. "La arqueología ayuda a esto y el beneficio social es evidente. Se han puesto en valor yacimientos que han ensalzando lugares como Zaragoza, con su precioso teatro romano, y Tarragona, que tiene un circo romano impresionante. Es muy difícil sacar a la gente de la playa pero compensa", sentencia Querol.
-FUENTE: Ana Gil | Expansión.com.
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