miércoles, 17 de febrero de 2010

666: El número de la Bestia


Es curioso cómo se puede perpetuar un conocimiento imperfecto a partir del cual se deducen luego supuestas verdades indiscutibles, y derivar a partir de aquí diversas memeces que terminan por condicionar a no pocos buscadores de conocimiento. En concreto, la curiosidad en mis lecturas de filosofía medieval me han llevado a encontrar el origen medieval de 666, el número de la Bestia. No comentaré el origen de este número en el libro de las Revelaciones, así que fanáticos de la Biblia absténganse de continuar leyendo, que aquí sólo transcribo los delirios de siglos posteriores.

Deriva este número de una serie de interpretaciones de Ireneo, un filósofo cristiano de Esmirna (o cercanías) del siglo II d.C. Fue un filósofo que se refirió siempre a los felices tiempos en que los Apóstoles predicaron, ya que se educó con Policarpo, de una generación posterior a la que había conocido a Cristo. Se vinculaba de esta forma a Jesucristo por medio de uno (Policarpo) que ha visto a los que habían visto a Jesucristo. Sus escritos básicamente cargan contra el gnosticismo, aunque pensó sobre muchas otras cosas y a mí me ha llamado la atención su descripción del fin del mundo, narrada como si la hubiese leído de antemano de un reportaje detallado sobre éste. Ve venir al Anticristo, la Bestia, cuyo número es el 666. ¿De dónde saca este número? Pues lo deduce porque Noé tenía 600 años en el momento del Diluvio, y la estatua de Nabucodonosor tenía 60 codos de alto y 6 de ancho. El cálculo es sencillo: 600 + 60 + 6 = 666. Está claro, ¿no?. Y evidente.

Muchos nombres se pueden adaptar a este número, pero Ireneo no sabe exactamente cuál será: Evantas, Laitenos, Titán... Sí sabe que cuando llegue devastará el mundo entero, reinará en el Templo 3 años y 3 meses, y luego vendrá el fin del mundo y el Juicio, que será cuando el mundo haya cumplido 6000 años. ¿Y esta duración tan exacta de dónde la saca? Pues fácil: El mundo ha sido creado en 6 días (pues como todo el mundo sabe en el séptimo descansó). Cada día de la creación equivale a 1000 años. Por lo tanto el mundo ha de durar 6000 años. Más claro, el H2O. Entonces se abre un período de 1000 años que corresponde al día de descanso y en el que Cristo reinará con los justos en la Jerusalén regenerada. Luego llevará a los Justos ante el Padre, y resucitará a los malos para juzgarlos y condenarlos para toda la eternidad.

Citando al Maestro: "Todo el mundo, si se mira bien, de vez en cuando es un cretino, un imbécil, un estúpido o un loco". Dejo a la imaginación o al poder deductivo de cada uno que decida dónde clasificar a Ireneo. Acepto combinaciones.

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